LA NOTICIA NÚMERO CINCO

 



Como decía Umberto Eco en la historia de Colonna, “ No son las noticias las que hacen el periódico sino el periódico el que hace las noticias. Y saber juntar cuatro noticia distintas significa proponerle al lector una quinta noticia”. Una realidad del periodismo contemporáneo que parece más preocupado por encontrar ese reemplazo de la actualidad y así seguir conformando la agenda del futuro. Y si hurgamos en los dietarios mediáticos, casi encontramos más mañanas que presentes, donde recreamos demasiada especulación para olvidarnos de la realidad dopada. Hemos abandonado hace ya mucho tiempo la templanza de la reflexión sobre los hechos para divagar sobre intencionalidades que realmente supuran todo ese frentismo que sintetiza el insulto fácil y resultón. Hay que reconocer que ese reordenamiento de la realidad lleva demasiado tiempo traficando con la conspiración constante dejando a la opinión pública dando bandazos de incredulidad. Es precisamente en ese punto donde la información pierde su recipiente imprescindible para desviar el camino hacia el entrenamiento diario de un futurible siempre acostado al miedo y la ignorancia. En este mundo tan globalizado mediáticamente estamos perdiendo la batalla sobre nosotros mismos, donde canjeamos el fin propio de saber y entender por el asumir y abanderar. Una realidad que deja demasiadas cisternas abiertas para el odio y la aversión, y rellenar de ese lodo infecto del delirio social. Nos guste aceptarlo o no, seguimos en el bucle del enemigo por aquello de culpar al otro de los problemas cotidianos y seguir dejando en palabrerías las propuestas y decisiones. Y eso es especialmente fácil cuando podemos estigmatizar socialmente a los demás. Si en un principio era el feminismo, luego fue la diversidad de género. Si primero fueron los inmigrantes, después siguieron con los jubilados. Un derroche de conjuras que nos deja en esa polarización deshumanizada en la que los simplismos de las etiquetas aplastan los matices donde poder anclar el respeto y el acuerdo. Un estupendo maridaje de estereotipos donde fecundar esa quinta noticia para olvidarnos de las realidades y los hechos. Tal vez la única esperanza es que concretemos nuestra necesidad de descifrar más allá de los valores propios y entender la necesidad de saber algo más de lo que ya damos por seguro. Tal vez sea el tiempo de desperezar la conciencia para rearmar el sentido común que tanto nos diferencia. Tal vez sea el momento de chequear los argumentarios mañaneros para volver a casa y dejar que el hoy sea la coraza que nos salve de ese mañana que, en verdad, nunca formará parte de nuestra realidad.


PUEDES ESCUCHARLO EN LA VOZ SILENCIOSA RADIO
 

https://www.youtube.com/watch?v=vQyo2vp3L00

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