EL FUTURO ORDEN DEL MUNDO

 

Tener diariamente en la retina lo que pasa demasiado lejos encorva nuestro análisis hacia esa estrategia de favores y contrarios que tanto le gusta a este mundo. Hemos cambiado la reflexión entre argumentos, donde poder viajar entre bandos para encontrar otro punto de diversidad, por una cátedra monolítica donde apaciguar el propio silencio de esa espiral que nos lleva siempre al extremismo de nuestra conciencia. Hay que reconocer que siempre será más fácil seguir la misma bandera y alardear de grupo, a pesar de excluir nuestra propia tolerancia. Ya lo decía Albert Einstein, "locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes". Y en esas estamos, repetir las mismas estrategias una y otra vez para toparnos a la vuelta de la esquina con el mismo desorden mundial. Las escaramuzas de unos y otros siguen sobrevolando por encima de nuestras cabezas para postrarnos ante cualquier punto de inflexión donde todo será justificable por el bien de eso que seguimos escuchando sobre el orden mundial. Un inquebrantable desaire a la vida de tantos de nosotros, asumiendo que las acciones belicistas son irrenunciables a pesar de su ingrata destrucción de tantas vidas. Toda una técnica inmovilista de nuestro quehacer para seguir en la cuenta de resultados como si no hubiera pasado un solo siglo. En verdad, la defensa de lo nuestro, de nuestras fronteras o de nosotros mismos sigue siendo reconfortado por las armas de siempre, aderezado con las bravuconadas de quienes remontan nuestros destinos y la insolencia de esa misma espiral egoísta donde acallamos los peros de nuestra conciencia.

Al final todo lo que nos pase quedará adherido a aquel que seguirá siendo el mismo sátrapa que fue siempre, dejando a la intemperie la responsabilidad de todos a cubierto y seguir justificando la desidia diaria de ese desorden de palabras que conforman demasiadas narrativas mundiales.

A pesar de que el padre de la relatividad no estaba muy seguro de la infinitud del universo frente a la estupidez humana, deberíamos trascender en seguir buscando preguntas para averiguar la diversidad en las respuestas. Por supuesto que el esfuerzo siempre nos traerá demasiadas incógnitas, pero será la única manera de reordenar los días para mejorar ese inalcanzable futuro que tanto nos venden. Ya saben “la mente es como un paracaídas… solo funciona si la tenemos abierta...”. Y sí, también lo decía Einstein.