NEVASCA
Si alguien pensaba que teníamos una adelantada primavera, llegó el miércoles de ceniza para recordarnos que el universo reordena siempre las extravagancias de unos pocos días y devolvernos a nuestro paso diario. No viene mal compaginar los días con la emoción de cada uno de nuestros tiempos, por aquello de no caer en esa manipulación pasional que nos aparta de demasiadas realidades y nos vanagloria en cualquier posverdad dejándonos ausentes de compromisos con nosotros mismos. Tropezamos una y otra vez en este frenesí de la actualidad donde ganan los detalles que apelan a un mar de lágrimas, desbaratando el necesario contexto de todo lo que somos por aquello de lo que fuimos. Acusamos muchas veces a esa prisa que siempre aprieta para quedarnos con lecturas en negrita acotadas por tantos adjetivos de parte, exprimiendo esa emocionalidad unidireccional que nos alaga en nuestro inquebrantable ideario de prejuicios y ese creciente inmovilismo deconstructivo. Ya saben aquello de que el m