MANGONEOS LIBERTARIOS
Se nos quedó el fin de semana con ciertos excesos climáticos que parecieran acompañar a algún que otro despropósito con epílogo en los rebuznos de quienes quieren representar esa vox populi de la mayoría. Una inquietante algarabía que siempre deleita a los extremos pero que acalla a la sociedad invisible de espectáculos. Si tuviéramos que ponerle un sustantivo calificador a este tiempo debería ser esa manoseada libertad. Desde la propia hasta la colectiva, que siempre nos queda tan mal hilvanada, para quedar en la mayoría de las ocasiones reducida a lo intransferible. Tanto es así que mientras defendemos esa libertad propia porque todos lo valemos, otros vociferan en trabalenguas lo etéreo de esa sensación personal para colectivizar a su antojo. Todo un desatino para interceptar esa oportunidad tan única y que tan bien dejó reflejado Albert Camus: “La libertad no es más que la oportunidad de ser mejor”. Muy a nuestro pesar, esa linealidad entre responsabilidad y autonomía persona