LAS DOS CARAS DE LA VERDAD
Tal vez, durante estos últimos días hemos vivido con un acierto fugaz esa lección vital que siempre debería rodear nuestro quehacer reflexivo. Esa estabilizadora sensación de encontrar todas las posibilidades ante hechos llenos de aristas. Esas dos caras de la verdad que nos acompañan cuando actuamos con el imprescindible pensamiento crítico y responsable. Se diría que con todas las opciones que tenemos para zambullirnos en la inmensidad de las fuentes informativas, sería facilísimo permanecer en esa inquietud sobre la necesidad de saber. Sin embargo, reconozcamos el tremendo error de cálculo en este desenlace donde nos gana la partida diariamente la desinformación o, casi algo peor, la información de parte. Si no teníamos bastante con las acciones bélicas que reparten saldos a ambos lados, ahora reivindicamos con destreza el cara a cara para excluir siempre a alguna de las banderas de las banderías. Tal vez como reflexionaba el investigador Boch, de la película de Michael Connelly