ENTRE CRISTALES
Ya lo decía James Joyce en su Ulises, la mejor obra varguandista del siglo XX: " Los colores dependen de la luz que uno ve ". Y una vez más, podemos entender que nuestras verdades ya no dependen tanto de los colores como del cristal que cada uno se pone por delante para entender la inmensidad que nos rodea. Una imponente realidad diaria que nos acecha entre lo que vemos y oímos, y que en muchos casos no pasa de un refilón de diez segundos y el chismorreo de demasiadas multitudes. Precisamente, esta diferencia entre la colorimetría o el vidrio que elegimos para observar este presente empieza a ser el gran problema de esta divergencia continua que nos lleva al mantra constante de demasiada estulticia. Cada semana tiene su aquel, y algunas tienen demasiadas aristas fortificantes de inmovilismos que siempre conllevan a aquello de tomar, como los burros, por el camino de en medio. Y esta hebdómada ha tenido lo suyo. Tanto es así que, además de los hechos constatados, hemos