LOS PROBLEMAS DE LA PAZ
Ya lo decía el escritor y Premio Nobel, Thomas Mann, “la guerra es la salida cobarde a los problemas de la paz”. Si ya no teníamos bastante con esta “guerra sanitaria” que sigue sacudiendo nuestra libertad de vivir con las medidas exigentes solamente justificables por la salud de todos, ahora nos propinan una nueva incertidumbre sobre un conflicto geopolítico enquistado desde hace ya demasiado tiempo como otros tantos a pesar de no tenerlos en la parrilla informativa. Seguimos viviendo en este mundo tan fragmentado que de vez en cuando parece siempre llamado a enfrentamientos bélicos de mayor o menor alcance de acuerdo a la cercanía o no de nuestros intereses propios como país. En nuestro caso, y más como socios del club europeo, hay que reconocer que nuestra voz se hace demasiado pequeña en este nuevo griterío entre bandos, que en definitiva es la esencia de los conflictos bélicos. Y no será por experiencias históricas de demasiadas guerras y sus consiguientes injusticias sociale