BAILAD, BAILAD...MALDITOS.
Foto: SaraMarFer Menuda semana de incertidumbre en las noticias y de vergüenza en las palabras. Sinceramente, creo que nos hemos acostumbrado a las mentiras infinitas de todos los días. Recibimos diariamente lecciones de estupidez para intentar entender la actualidad de tanto investigado, conversaciones pseudoprivadas, comentarios moralizantes y deseos de feliz descanso, que ya llegará mañana para volver a empezar. Creo que a los ciudadanos nos tratan como pobres danzantes del tiempo. Nuestra realidad, que siempre queda acotada al día a día, nos la presentan con una temporalidad infinita, sin prisas para las soluciones, desgastando cualquier esperanza. Los ciudadanos tenemos la obligación de cumplir miles de plazos, de aprovechar cada segundo para los deberes cotidianos, de correr para alcanzar algo de tiempo para mirar al cielo, aunque sea de vez en cuando… Mientras tanto, los responsables de nuestra representatividad alargan su espacio, sin necesidad de tiempos, a pesar de la pr