ENTRE CREYENTES

 


Decía el científico y conocido divulgador Carl Sagan que “no puedes convencer a un creyente de nada porque sus creencias no están basadas en evidencias, sino en una enraizada necesidad de creer”. Y es que, a pesar de contar en nuestra actualidad con una accesibilidad casi infinita a información de todo tipo, reconozcamos que continuamos pasando de puntillas entre verdades e incertezas que tanto nos rodean. Somos más de seguidismos facilones por aquello de asegurar nuestra destreza para mirar hacia otro lado, aunque en el esfuerzo sigamos encontrando las realidades tozudas de demasiados atropellos. Reeditamos excesivos misales de fervorosos adeptos para abaratar la responsabilidad con la propia sociedad que nos cobija temporalmente. Y tanto es así que algunos de nuestros carismáticos responsables de lo público han cambiado su guión del convencimiento responsable por la vehemente chanza de palabrería incesante, donde mezclar churras con merinas y quedarse con la satisfacción del aplauso místico de los suyos.

Esta realidad, tan insolvente, nos regala demasiada rigidez para encontrar y trabajar por soluciones diferentes y , aunque nos quede ya demasiado lejos, la posibilidad de profundizar en la opinión diversa, libre y cualificada que tanto embrutece a quienes reposan su mensaje en el discípulo de masas donde susurrar demasiados silencios.

Tenemos una semana por delante donde se replicarán protestas sectoriales en los fogones conspiranoicos de algunas redes sociales con servidumbre ideológica por simplificar misivas y estirar un poco más este hilo de negacionismo sobre nuestro propio sistema. Mientras tanto, las partes y sus partidarios fidelizarán nuevas pancartas para ondear con devoción lo bueno o lo malo que nos acorrala en el simplismo extremo. Será cierto que en esta necesidad de creer se encuentre nuestra propia frustración social donde nada parece salir bien. Lo peor de todo es que en esta enraizada creencia malograremos hasta la necesidad de comprobar la verdad de nuestra propia historia.

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