LAS COSAS DIARIA QUE IMPORTAN...

Os dejo una reflexión. Es desde Ourense pero podríamos aplicarlo a cualquier zona. A quien corresponda....



EN SILLA DE RUEDAS ELECTRICA


Por Xose Manuel Fernández Sobrino


Si te pasa como a mí, que acabas de cumplir ochenta años, no hay duda que has tenido a lo largo de tu vida la oportunidad de vivir mil y una experiencias. De niño, jugar partidos de  fútbol en la calle porque apenas había coches, estudiar de lunes a domingo en un colegio de curas donde casi todo era pecado, asistir a Campamentos del Frente de Juventudes, haber visto fútbol en el Capo Loña, bañarte en el  Miño sin saber que llegarían las piscinas, comer pan de racionamiento y comprar comestibles con las cartillas que nos daba Franco…
Cito las más lejanas. Las de la postguerra. Mi vida fue larga y bien variada, bien aprovechada. Pero ¡ah! Un dia tienes una experiencia lamentable  que me niego a analizar. Te quedas en una silla de ruedas. Peleas. Y año y medio después, gracias a los amigos, a tus jefes, a tu trabajo y, por supuesto, a los tuyos, vuelves a hacer lo que hacías. Porque era la informativa, de radio y prensa,  una actividad, para mí,  sorprendentemente grata.
Claro, en inferioridad de condiciones. Te mueves en coche y muchas, muchísimas veces, quieres aparcar y te encuentras la plaza indebidamente ocupada. Lo tomas con deportividad. Te levantas y le dejas un recado en el parabrisas. “No sabes la suerte que tienes que puedes andar”.
Pasan los años y claro, te haces bisabuelo, a Dios gracias. Te convencen los más cercanos. Compras una silla de ruedas eléctrica. Estabas harto de estar en casa.. Ahora, “cuando meto la cuarta”,  te parece que casi vuelas. Voy a mi aire. La gente se sorprende al verte. Pero eres casi feliz. Te enteras de lo que ha cambiado el comercio local, las orillas del Miño que no conocías…Y, destacado,  lo que se ha  trabajado para dotar a las aceras con accesos para  tales sillas.
Pero no tanto. Me saluda un concejal destacado y me nota bastante cabreado. Admite, reconoce,  que “queda mucho por hacer”. En otro momento, otro ejemplo, no  puedo entrar a Galerias Centrales en la calle del Paseo. Me ve un repartidor desde su furgoneta y me dice, “ Sr. Sobrino, eso no se arregla mientras no se instaure la semana de la silla de ruedas eléctrica”. Y como me quedo mirándole añade, “que toda una semana obligatoriamente la Corporación Municipal se mueva por la ciudad en silla de ruedas eléctrica”
Para que sepan lo que es bueno. Incluidos Jácome y Barquero, que lucharán con nosotros. Porque, señor Alcalde, como me comentó su concejal,  ¡tampoco queda nada por hacer!. Desde los rebajes que no existen a los que quedaron inalcanzables.

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