LOS PROBLEMAS DE LA PAZ

 


Ya lo decía el escritor y Premio Nobel, Thomas Mann, “la guerra es la salida cobarde a los problemas de la paz”. Si ya no teníamos bastante con esta “guerra sanitaria” que sigue sacudiendo nuestra libertad de vivir con las medidas exigentes solamente justificables por la salud de todos, ahora nos propinan una nueva incertidumbre sobre un conflicto geopolítico enquistado desde hace ya demasiado tiempo como otros tantos a pesar de no tenerlos en la parrilla informativa.

Seguimos viviendo en este mundo tan fragmentado que de vez en cuando parece siempre llamado a enfrentamientos bélicos de mayor o menor alcance de acuerdo a la cercanía o no de nuestros intereses propios como país. En nuestro caso, y más como socios del club europeo, hay que reconocer que nuestra voz se hace demasiado pequeña en este nuevo griterío entre bandos, que en definitiva es la esencia de los conflictos bélicos. Y no será por experiencias históricas de demasiadas guerras y sus consiguientes injusticias sociales y vitales. En el mes de junio el conflicto con Ucrania no pasaba de una breve entradilla en los medios de comunicación con alguna pequeña mentirijilla donde comenzar a tomar posiciones por lo que podría venir en el futuro. El golpe de timón entre las dos potencias bélicas internacionales ha subido un peldaño en esta ya bien conocida estrategia de la guerra. Poco aprendemos de nuestro pasado a pesar de sus nefastas consecuencias recientes. Todo un despropósito para una sociedad que mundialmente necesita de muchas más opciones para seguir solucionando la paz a cañonazos. En nuestro país, siempre tan diferente y diverso, le gusta eso del camino del medio por parte de aquellos que saben de posiciones simplistas y jugar a ver quien se suma a un bando o a otro. Nuestro país siempre ha sabido de movimientos cortoplacistas para corretear entre antagónicos apoyos. Así que sin contar con la información en su contexto como debería ser lo imprescindible, comienza una nueva campaña donde poner a unos y a otros a favor o en contra de esos protagonistas internacionales, donde volver a enrocar ideologías a una de las mayores falacias de nuestra civilización como es la guerra. Una vez más quienes son los responsables de divulgar realidades nos aturullan con posicionamientos doctrinarios que saben a demasiados colores y pocas soluciones.

A pesar de todo, es esperanzador que sigan las conversaciones, la diplomacia en estado de acción. En definitiva, que quienes tienen que hacer su trabajo lo hagan por el bien de este mundo que siempre se hace trampas y termina disparándose al pié. Como diría Gandhi, la paz será nuestra propia recompensa.

Comentarios

  1. En las sociedades hay policías porque hay ladrones, bomberos porque hay accidentes, políticos porque hay que gobernar, así con este razonamiento alcanzamos a todas las profesiones, pero hay una que rompe esta lógica, hay militares porque hay otros militares, totalmente irracional lo de los militares que además lo único que hacen es enredarse con banderas y patriotismos que nos son de su propiedad.

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