BULLYING POLÍTICO

Decía Eleanor Roosvelt que "nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento". Una admirable actitud que en la actualidad sociopolítica dista del éxito preciso por aquello de tener un falso control de la veracidad y el aporte conformista. Demasiadas ventanas abiertas para nutrir la opinión propia y quedarnos desamparados ante el tirano vocero de alta estima que siempre chantajea con la cacería de posiciones contrarias. Un estado permanente de vigilancia sobre el adversario que acatamos en este bullying social en el que hemos convertido el misterioso entramado de la comunicación digital. A pesar de entender aquello de la burla como instrumento cotidiano de los ignorantes para sentirse cultos, bajamos la cabeza y arrinconamos el necesario desprecio dejando libre el camino de la intimidación colectiva. Reconozcamos que las actuales relaciones políticas nos han dejado indefensos ante las estrategias de partidos y de ciertos líderes de opinión. Se refrenda la escaramu...