LA AUDACIA DEL ACUERDO

Decía el poeta y estadista Johann Wolfgang von Goethe que “ el único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada ”. Una máxima explícita sobre este quehacer diario que tanto deshabilitamos en este tiempo de incertidumbre, donde la decisión personal parece cada vez más enquistada entre estereotipos ideológicos. Reconozcamos que la conflictividad actual nos polariza hacia posiciones que inhabilitan la acción positiva para, además, defenestrar las iniciativas colectivas que siempre enarbolan nuestra censura de parte. Hemos llegado a un punto de salida demonizando la cultura del debate, tan propio de las democracias, donde trabajar las alianzas para obtener las resoluciones diferentes entre partes. Tal vez, en esta numerología donde arranca la victoria aplastante de unos, nos intoxica el impropio dominio de las mayorías absolutas que ahogan la diversidad de esas otras minorías que quedan silenciadas bajo la pisada de la desigualdad. Tanto es así que hemos normalizado el ch...