EL AGUA Y LA PIEDRA

Entre el inmenso rimar de nuestro Lope de Vega encontré hace tiempo un romancear atemporal de los que sirven para reflexionar la vida de vez en cuando. Y en esas odas a la soledad, el f énix de los ingenios decía que “ e l ingrato el bien escribe en el agua, el mal en piedra .” Y queda que ni pintado en este tiempo de mareas informativas, donde se cincela tanta desventura en este muro de lamentaciones que cada día se hace más osadamente alt ivo . Mientras tantos, dejamos fluir a la deriva cientos de bienes sociales y humanitarios que intentan desbordar demasiadas penas individuales, l as cuales resultan excesivamente comunes en cualquier punto del planeta. S in duda estamos labrando una versión letal entre marañas de propaganda donde diariamente se talla la tabla de los mandamientos más excéntricos y vacíos para justificar el odio a este mirar con miedo a lo que significa lo diferente y diverso. Y todo ello para olvidarnos de que la gran temeridad social acecha detrás de ...