EL REFUGIO DEL INCOMPETENTE

Tal vez una de las reflexiones imprescindibles de Eduardo Galeano sea aquella de que “la violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo”. Toda una advertencia para estos tiempos en los que comercializamos como en un gran marketplace todo lo denigrante de lo cotidiano para hacerlo universal. Y como en todas las exhibiciones, cada uno consume los sentimientos más arraigados a esa conciencia política personal pero que tantas veces se transfiere en cascada a la política general desde los mensajes de bandera que hacen imperecedera esta desazón patria que desangra demasiado futuro para interpelar pasados de dudoso gusto. No es la primera vez que alguien termina entre rejas por creaciones más o menos artísticas de mejor o peor gusto, y que eso, considerándolo desde una perspectiva básica de la libertad, poco nos iguala a los preceptos de sociedades democráticas ...